Oct 14, 2010 Prensa Noticias de Interés 0
Una excelente revisión de los 50 años de historia de la NASAescrita por Isaac Torres Cruz. Todo un bocado para despertar la curiosidad de una de las aventuras humana mas fascinante.
La NASA llega a su 50 aniversario con decenas de misiones en tierra como en el espacio, con un presupuesto no muy elevado, pero con los ojos puestos en su más importante conquista a la que pretende regresar en 2020. Ir y venir a la Luna en los nuevos cohetes Ares y establecer una base para comenzar la colonización de Marte parece descabellado, sin embargo la historia del hombre en el espacio no podría explicarse si no fuera así.
NASA, 50 años en órbita por Isaac Torres Cruz
cronica.com.mx
Sabado 2 de Agosto de 2008
Hace medio siglo, Estados Unidos veía cómo la entonces Unión Soviética le ganaba la Guerra Fría en el cosmos, la URSS que se adelantaba a los estadunidenses en una carrera espacial, cuyas primeras zancadas se llamaban Sputnik y Laika. Era tiempo de formalizar la competencia con los soviéticos, la creación de la Administración Nacional del Espacio y la Aeronáutica (NASA) era uno de los primeros pasos, y a pesar de que tampoco serían los primeros en poner a un hombre en órbita, el atraso duraría poco.
La puesta en órbita del Sputnik I, primer satélite terrestre, y el Sputnik II —que llevaba a bordo a la perra Laika, primer ser vivo en el espacio— por parte de los comunistas, presionó al gobierno estadunidense de Dwight Eisenhower para acelerar su participación.
Cuatro meses después del Sputnik I, y superando desastrosos intentos, los norteamericanos pondrían su primer satélite en el espacio, el Explorer I, mediante la Agencia de Misiles Balísticos de la Armada.
Sin embargo, con el fin de separar sus actividades espaciales de los militares, el presidente Eisenhower firmó el acta de fundación de la NASA el 29 de julio de 1958, que entraría en funciones el mes de octubre del mismo año. Tan sólo diez días después de creada, la agencia lanzó su primera misión Pioneer, que tuvo poco éxito, puesto que se desintegraría en tan sólo dos días.
Ya en 1961, el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convertía en el primer hombre en orbitar la Tierra, aterrizando sano y salvo. Un año después, el estadunidense John Glenn repetía la hazaña.
No había duda que la conquista del cosmos demostraba superioridad y desarrollo, la agenda de ambas naciones contemplaba misiones cada vez más complejas, como enviar a un hombre a la Luna y no morir en el intento.
UN PASO NADA PEQUEÑO. Estados Unidos no podía seguir pasos atrás de los soviéticos, ser los segundos en cada misión no era el objetivo. Por ello, en mayo de 1961 el presidente John F. Kennedy comprometería a su nación a “alcanzar y rebasar” a los soviéticos ganando el trofeo que terminaría con la contienda espacial: la conquista lunar.
“Estados Unidos debe lograr la meta, antes de que termine esta década, de llevar un hombre a la Luna y traerlo a salvo a la Tierra”, señaló el presidente ante el Congreso en su documento “Las necesidades urgentes de la nación”.
Después del proyecto Mercury, que puso en órbita a los primeros astronautas estadunidenses, la NASA daría paso a las misiones Gemini y Apolo. La primera estaría enfocada a realizar los experimentos necesarios para lograr el objetivo del programa Apolo, llevar al hombre a la Luna.
Sin embargo la NASA ensombreció sus ánimos ante las primeras pérdidas humanas en la carrera espacial. A principios de 1967, la nave Apolo 1 se incendiaría en una prueba cobrándose la vida de sus tres tripulantes.
No obstante, los estadunidenses estaban cada vez más cerca del objetivo. El 20 de julio de 1969 el cohete Saturno V llevó a Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michel Collins a la Luna en la misión del Apolo 11. Los primeros dejarían huella en el satélite terrestre tras bajar del módulo lunar Eagle, la bandera de las barras y las estrellas se posaba como símbolo de victoria. Los astronautas regresarían a salvo a la Tierra el 21 de julio después de permanecer dos horas y media en la superficie lunar y obtener muestras de rocas. Los soviéticos no se levantarían del golpe atestado, mientras la NASA alunizó cinco ocasiones más —y se llevó un susto tremendo con el Apolo 13, que tras una explosión en órbita regresó milagrosamente a la Tierra. En 1972, la misión Apolo 17 sería la última, los astronautas permanecieron días en la Luna y las caminatas llegaron a ser de hasta 22 horas. La carrera había terminado, la tensión política se centraba nuevamente en tierra y la atención por el espacio decrecía y con ella el presupuesto, parecía que se había hecho todo, aunque…
EXPLORACIÓN PLANETARIA. En 1973, los primeros habitantes del espacio residieron en la estación espacial estadunidense: Skylab. Ésta orbitó la Tierra entre 1973 y 1979 y recibió a tres tripulaciones diferentes durante los dos primeros años. La permanencia humana en el espacio tardaría varios años más.
En el año de 1975, la NASA continuó con su programa espacial con los ojos puestos en el sistema solar. Ese año lanzó las sondas Viking I y II, que ofrecerían información sobre el planeta Marte desde su órbita y superficie. Las misiones sucedían a la misión Mariner 9, puesta en órbita años antes.
Después de obtener valiosa información del planeta rojo, que seguirían vigentes hasta la década de los noventas, la agencia iría más lejos: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. En 1977 las sondas Voyager, que siguen bogando los extremos del sistema, daban las primeras imágenes de los colosos.
ERA DEL TRANSBORDADOR. Veinte años después del primer vuelo espacial tripulado (Yuri Gagarin) los estadunidenses regresaban al espacio en el transbordador Columbia durante la misión STS-1. A partir de 1981 las misiones de la NASA se llevaría a cabo en las nuevas naves que tenían la ventaja de ser reutilizables.
Después de la puesta en órbita de varios satélites y del primer laboratorio espacial (Spacelab) por medio de las naves, la NASA ensombrecía una vez más su exitosa inercia: en 1986 el transbordadorChallenger se desintegraba al despegar junto con la tripulación de la misión STS-51L. Las misiones se suspenderían un par de años hasta la salida del Discovery. Ésta continuaría con las misiones espaciales junto con el Atlantis y el Columbia; lanzamientos satelitales, su reparación, puesta en órbita de sondas, entre otras sus principales tareas. El Endeavour se les uniría en 1992, pero dos años antes el Discovery llevaba al espacio los ojos del hombre más allá de lo que nunca habían llegado con la puesta en órbita del Telescopio Espacial Hubble.
Los científicos no vacilan al señalar que el telescopio espacial de la NASA permitió al hombre conocer rincones inimaginables del universo; con su aparición la astronomía jamás avanzó tanto en la historia.
LABORATORIO ESPACIAL. Los transbordadores se convertían así en una de las formas primordiales de vuelo espacial, y en punto clave de una nueva misión internacional.
En 1998, representantes de 15 países suscriben en Washington un acuerdo para cooperar en la construcción, diseño y operación de un laboratorio con presencia humana permanente. Las agencias espaciales de Rusia, Europa, Japón y Canadá se unían en la creación de la Estación Espacial Internacional (EEI), que tomó como modelo la estación rusa MIR.
Ahora las misiones de las naves estadunidenses junto con las rusas (Soyuz) se encargarían de llevar los componentes de la EEI al espacio y astronautas de dichas naciones de construir, reparar, aprovisionar y habitar en ella.
Su construcción continuaría sin problemas hasta que el programa se volviera a suspender en 2003 por la explosión del Columbia durante su descenso y en el que moriría la tripulación.
Las misiones a la EEI se reanudarían hasta 2005, ya para entonces la NASA anunciaba el retiro de los trasbordadores y su sustitución al término de la construcción de la estación.
La STS-124 instaló el laboratorio japonés Kibo recientemente y se tienen contempladas seis misiones más, la próxima será para dar quizá el último servicio de mantenimiento al Hubble.
MISIONES RECIENTES. La exploración planetaria continua, la agencia estadunidense aterriza los dos exploradores vehiculares en territorio lunar en 2004, aportan información nueva sobre el terreno marciano, siguen aún en funcionamiento. Le acompañan en órbita la sondas Mars Reconnaissance Orbiter, Mars Express, Odissey y Global Surveyor. La mayoría de las misiones daban indicios de la existencia de agua, sin embargo la prueba más contundente la ofreció el nuevo explorador de la familia marciana, Phoenix, que identificó vapores del líquido dentro de sus entrañas robóticas.
La sonda Cassini ofrece imágenes increíbles del planeta Saturno, cuyos anillos y lunas son escudriñados por la nave que partió en 2005.
Messenger, envía imágenes de Mercurio después de que el Mariner 10 lo hiciera hace 30 años.
La NASA llega a su 50 aniversario con decenas de misiones en tierra como en el espacio, con un presupuesto no muy elevado, pero con los ojos puestos en su más importante conquista a la que pretende regresar en 2020. Ir y venir a la Luna en los nuevos cohetes Ares y establecer una base para comenzar la colonización de Marte parece descabellado, sin embargo la historia del hombre en el espacio no podría explicarse si no fuera así.
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