Gustavo Hernández: Sin comunicaciones libres y plurales, no hay democracia – Entrevista El Nacional
Gustavo Hernández Díaz, Director del Instituto de Investigaciones de la Comunicación y Gerente de Radiotelevisión y Multimedia de la UCV, responde fuertemente al acaparamiento comunicacional del gobierno bolivariano en entrevista para El Nacional por Tal Levy.
Las guerrillas comunicacionales, según Hernández Díaz, develan el sentido antipedagógico y anticomunicacional del Gobierno y atentan contra la Ley Orgánica de Educación y la Lopna. “La guerrilla está al margen de la ley, es violenta, no dialoga, tiene un fin: crear un estado de zozobra e incertidumbre y cuando se le coloca el adjetivo de comunicacional es un contrasentido.
La hegemonía comunicacional se extiende al ámbito psicosocial
El Nacional
Lunes 16 de Agosto de 2010
El foro del lunes
Tal Levy
- A un año de la salida del aire de 34 emisoras de radio y de RCTVI, el comunicólogo piensa que las telecomunicaciones y el Cesna forman parte de la estrategia del gobierno para cercenar el acceso a la información
- “Los medios gubernamentales hacen énfasis en contenidos cargados de antivalores sociales que nos separan de una convivencia plural”
Pone sobre la mesa la Constitución, la Ley Orgánica de Educación, la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, la Ley Orgánica de Telecomunicaciones, el Código Orgánico Procesal Penal y la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, y es a partir de allí que hablaGustavo Hernández Díaz, director del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la UCV. ¿Su premisa? Un principio moral o deontológico: sin comunicaciones libres y plurales, no hay democracia.
–A un año del cierre de 34 emisoras de radio y las amenazas sobre alrededor de otras 200, así como de la salida del aire de RCTV Internacional, ¿cómo estos hechos han incidido en la programación del resto de los medios? ¿Se ha acrecentado la autocensura? –Vemos una réplica banal en el siglo XXI del modelo comunicacional de Harold Lasswell, con fines doctrinarios, progubernamentales, a los fines de persuadir, de coaccionar, desde el punto de vista político a los sectores opositores. El efecto autocensura se produce a través de programas como Aló, Presidente, de las cadenas –que en 11 años llegamos a cerca de 3.000-en las que se amenaza a medios de comunicación con cierres y a sus dueños, así como por la presión económica a anunciantes y agencias publicitarias. Hacer seguimiento a la autocensura es difícil.
–La autocensura se puede advertir por medio de la salida del aire de programas informativos y de opinión.
–Uno puede inferir la autocensura cuando salen programas del aire y también cuando uno observa que muchos canales informan cosas banales mientras los medios impresos, que todavía mantienen una posición crítica, constructiva, sí informan sobre lo que sucede. Se puede disentir a través de los medios impresos, pero quedan pocos canales audiovisuales, entre ellos Globovisión, que mantienen su línea editorial.
–¿Cuán cerca está el gobierno de alcanzar la hegemonía comunicacional? –La hegemonía es un concepto filosófico, de Gramsci, que el gobierno utiliza de manera errada, porque dónde está la audiencia participando, opinando, diciendo que corrijan la programación, que no sea minada de comunicación política, de programas de opinión que vilipendian a personas que quieren obrar a favor del país. Los canales públicos han fracasado como servicios públicos de televisión; los usuarios no tienen el poder, están emigrando a la televisión por suscripción. El gobierno tiene como estrategia comunicacional cercenar la posibilidad de que el venezolano pueda opinar críticamente sobre la realidad.
Amenaza e intimida no sólo al periodista, sino al informante.
La hegemonía comunicacional se ha extendido al ámbito psicosocial.
Para Hernández Díaz, el Presidente no es un comunicador, sólo tiene medios de comunicación en sus manos, porque si lo fuera el encendido radioeléctrico daría cifras elevadas de rating. “El encendido televisivo de TVES y VTV, respectivamente, varía entre 4% y 6%. Más que de comunicación, prefiero hablar de poder de emisión gubernamental”, sostiene.
Aporta cifras: “El oficialismo controla 7 televisoras de alcance nacional, incluida Telesur, y 35 emisoras abiertas comunitarias, además de Radio Nacional, YVKE Mundial y 231 estaciones comunitarias en FM, 73 periódicos comunitarios, más de 110 páginas web, el satélite Simón Bolívar y Cantv, sin contar las 34 emisoras cerradas”.
El autor del libro Aprender a ver televisión en la escuela afirma: “Los medios gubernamentales hacen mucho énfasis en producción de contenidos cargados de antivalores sociales que nos separan de una convivencia plural, armónica. VTV, TVES y Vive TV han creado un nuevo género que califico de comunicación política o gubernamental, pues el partido de gobierno propaga su ideario político de un socialismo del siglo XXI que contraviene la Constitución .
–Elías Jaua justificó la adscripción de Conatel a la Vicepresidencia Ejecutiva diciendo que las telecomunicaciones son un área estratégica para la democracia venezolana. ¿Qué efectos puede tener esta decisión? –Se demuestra que no existe autonomía de poderes públicos. Conatel será un espacio para la propagación del ideario del Gobierno y a través de él se legitimará más la hegemonía gubernamental. La democratización de las comunicaciones no pasa por el Poder Ejecutivo en un Estado de Derecho. Las telecomunicaciones, junto con el Centro de Estudio Situacional de la Nación, forman parte de la estrategia del Gobierno para cercenar el acceso a información.
–¿Qué implicaciones puede tener el Cesna? –La expropiación de la libertad de informar y la violación de los artículos 57 y 58 de la Constitución, que tienen que ver con la libertad de expresión y la pluralidad de las ideas. En cuanto al acceso a la información, se legitima que reporteros que quieran acceder a información pública se verán totalmente impedidos.
Las guerrillas comunicacionales, según Hernández Díaz, develan el sentido antipedagógico y anticomunicacional del Gobierno y atentan contra la Ley Orgánica de Educación y la Lopna. “La guerrilla está al margen de la ley, es violenta, no dialoga, tiene un fin: crear un estado de zozobra e incertidumbre y cuando se le coloca el adjetivo de comunicacional es un contrasentido.
Quieren crear una educación crítica para los medios a través del adoctrinamiento”, pero ninguna criticidad nace del adoctrinamiento.
–De concretarse la toma de control de Globovisión por parte del Gobierno y la suspensión de la concesión de Vale TV, ¿qué sucederá con los medios de comunicaciones? –No quisiera, pero si llega ese momento estaríamos hablando de una autocracia comunicacional y de la muerte de la democracia.
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Foto de Leonardo Noguera
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