Nov 21, 2011 Felix Tapia Los investigadores Opinan 0
“Venezuela había construido una planta profesoral de primera”
Entrevista a Vladimiro Mujica por Laura Helena Castillo @laurahcastillo
El Nacional
Domingo 20 de noviembre de 2011
Siete Días
El profesor venezolano de la Universidad de Arizona afirma que deben hacerse cambios en las casas de estudio pero que el oficialismo busca transformarlas en instituciones dóciles y de pensamiento único
Con una larga carrera en varias universidades del mundo, el venezolano Vladimiro Mujica es profesor titular de la Universidad Estadal de Arizona (Estados Unidos), en el departamento de Química y Bioquímica. Autor de múltiples investigaciones publicadas en medios especializados, uno de sus proyectos actuales es la creación de artefactos que sean económicos, fáciles de manipular y exactos para diagnosticar dengue y malaria.
Mujica es químico egresado de la UCV en 1979, fue docente en esa institución, hizo un un doctorado en Suecia y un posdoctorado en Israel. Relacionado activamente en el medio de la investigación venezolana e internacional durante todo su desarrollo profesional, considera que el Gobierno adelanta un “bien orquestado proceso de asfixia” con las universidades autónomas y que eso arruinará la oportunidad de utilizar el conocimiento para salir de la pobreza.
–El oficio del profesor universitario pareciera que según datos de las casas de estudio venezolanas ha perdido algo de interés entre los profesionales jóvenes. ¿De qué es síntoma esto? –Esto está ocurriendo en todas partes del mundo en buena medida por la competencia salarial con el sector privado. A eso se añade el hecho de que la educación es crecientemente percibida como un servicio social al que se tiene derecho y del cual se esperan resultados como cualquier otro. Esto, paradójicamente, menoscaba el rol de los docentes porque la educación es un proceso complejo que requiere actuaciones complementarias del educador y el educando. A todo esto hay que añadirle en el caso venezolano los sueldos bajísimos del sector y la politización de todas las decisiones en la materia.
–Las universidades han logrado maniobrar para que se cumplan las horas de docencia a costa de destinar muy pocos recursos para la investigación.
¿Hay futuro para ella? –La investigación que se realiza en Venezuela, en condiciones cada vez más difíciles, se sigue sosteniendo fundamentalmente por la acción de los investigadores en las universidades públicas y en el IVIC.
No pienso que un profesor que lleva una línea de investigación en el país esté necesariamente condenado a fracasar, de hecho hay muchos ejemplos de lo contrario, lo que sí es innegable es que los recursos que existen se asignan sobre la base de criterios crecientemente politizados y anticientíficos.
–¿Hay descapitalización del conocimiento en las universidades venezolanas? –Sin duda. En la medida en que se pierden oportunidades para que nuestros mejores estudiantes continúen sus estudios, en que no se invierte adecuadamente en la creación de cargos de relevo, en que perdemos a algunos de nuestros mejores investigadores porque se van del país y en que no se invierte en infraestructura, en esa misma medida se avanza en ese proceso.
–En varias ocasiones funcionarios del Gobierno han dicho que el modelo de la universidad es burgués, excluyente y medieval. ¿Tiene razón el discurso oficial? –El discurso oficialista en materia de educación no es solamente destructivo sino basado en falsas premisas. Por supuesto que hay cambios impostergables que hay que realizar en las universidades para que puedan ejercer mejor su función primordial de producir conocimiento y educación para la sociedad, pero ninguna de las transformaciones que se proponen en el discurso oficialista apunta a eso, sino a convertirlas en instituciones dóciles y estériles al servicio del pensamiento único.
–En las universidades importantes del exterior, ¿cómo es valorada la carrera docente? –Soy profesor jubilado titular de la UCV y ahora profesor titular en Arizona State University en Estados Unidos. Puedo afirmar que la tarea docente es valorada como un ingrediente fundamental de la función universitaria en todas la instituciones que conozco tanto en Estados Unidos como en Europa, ello conjuntamente con la investigación y la acción de proyección y responsabilidad social.
–¿Cuál es el nivel del profesor universitario venezolano en la región? –Venezuela había logrado construir una planta profesoral de primera línea, en buena medida permitiendo que nuestros investigadores se formaran en el exterior, y generar un círculo virtuoso en el cual esos investigadores formaban a las nuevas generaciones. Esto era reconocido no solamente en términos regionales sino internacionales.
Todo eso ha ido, lamentablemente, empeorando durante la última década.
–La apuesta del Gobierno ha sido la masificación de la educación universitaria. ¿Eso está reñido con la calidad? –Aumentar indiscriminadamente la presión sobre las universidades sin considerar su capacidad para absorber más estudiantes, al tiempo que preservar la calidad de la educación y la investigación, es un acto de destrucción de un patrimonio fundamental de todo el país que adelanta el Gobierno por razones politiqueras. Por supuesto que hay que ampliar la oferta educativa, pero ello no se puede lograr destruyendo el potencial universitario.
–Rectores creen que algunas universidades no aguantan más de tres años. ¿Qué consecuencias traería eso? –La consecuencia más importante será la postración cada vez mayor del sistema universitario. La culminación de un bien orquestado proceso de asfixia. El Gobierno y sus aliados no han logrado ganar ningún proceso electoral importante en las universidades, por eso no les queda más camino que tratar de doblegarlas por una estrategia de asedio.
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“Hoy la situación es diferente en beneficio de los docentes “
Entrevista a Héctor Navarro por Laura Helena Castillo @laurahcastillo
El Nacional
Domingo 20 de noviembre de 2011
Siete Días
El diputado y ex ministro de Educación reconoce que los sueldos de los profesores “no son muy buenos”, pero considera que se debe a los problemas financieros que vivió el país hace tres años
Héctor Navarro ingeniero eléctrico, profesor universitario jubilado, ministro de Educación en tres ocasiones, miembro de la dirección nacional del PSUV y diputado a la Asamblea Nacional es autor de dos patentes internacionales. Una, desarrollada en Inglaterra, es un instrumento para medir la temperatura con extrema precisión; la otra, es una máquina eléctrica que hizo por interés de una empresa estadounidense. “No me pagan ni una puya por ninguna”, dice en su despacho de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, de la cual es presidente. Sin embargo, tuvo el chance que otros no tienen hoy: participar de la generación de conocimiento entre salones y laboratorios, con presupuesto suficiente para sentarse a crear sin apremio.
–Las universidades autónomas están perdiendo a los docentes más preparados por los bajos sueldos y el poco apoyo para la investigación. ¿Cómo evalúa esto? –La situación que describe la denuncié yo y otros compañeros de trabajo a finales de los años ochenta, con la diferencia de que antes había 600.000 estudiantes universitarios y hoy más de 2 millones. El Estado ha hecho esfuerzos muy grandes por ampliar la cobertura.
En 1999, cuando llegamos al gobierno y yo fui ministro de Educación, las deudas de prestaciones sociales de las universidades databan de 1975. Con el esfuerzo que se hizo, mientras hubo recursos, pusimos al día los pagos de prestaciones sociales. Cuando hace 3 años los precios petroleros cayeron hubo que hacer recortes. Entiendo que se están poniendo al día. Los profesores acabamos de recibir un aumento de salario de 40%.
–El acumulado de la inflación durante los años en que no hubo aumento es mucho más alto que eso. –Sí. Yo no digo que los sueldos sean muy buenos; creo que no lo son para la mayoría de los venezolanos. Los representantes del pasado no quieren reconocer que hoy la situación es diferente en beneficio de los docentes y la estructura en general de la universidad, sin que eso signifique que estemos en las mejores condiciones.
–Los ingresos petroleros mejoraron. –Los docentes acaban de recibir aumento de sueldo y se aprobó un crédito adicional para las instituciones.
–El aumento se definió después de un mes de huelga de hambre de los estudiantes. –La aprobación del aumento no fue consecuencia de la huelga. Esa huelga no nos hizo mella; se sabía que los huelguistas comían perros calientes. Yo le había dicho a Jorge Giordani, ministro de Planificación, que la cosa estaba grave y ya se estaban haciendo los estudios.
–¿La diatriba política ha desviado la atención de los verdaderos problemas? –Ha habido oportunidades que se han desperdiciado porque se ha puesto primero el tema político. La política interna ha afectado. Por ejemplo, en 1980 la Facultad de Ingeniería de la UCV llegó a tener 10.000 estudiantes, hoy tiene 3.000.
Lo primero era mucho, pero lo segundo es muy poco. ¿Cuáles son los esfuerzos de la universidad de crecer? Soy de los que cree que la universidad necesita más recursos, pero administrados de una manera distinta.
–En las universidades señalan que el Gobierno tampoco las apoya. Con créditos adicionales es muy difícil planificar las líneas de investigación. –¿Estamos haciendo la inversión en investigación donde debemos hacerla? ¿Qué pasa con las tesis de grado en Venezuela? Están en una biblioteca.
Lo que están haciendo las universidades no es lo que necesita el país, ni las empresas.
–Otro de los problemas es que se abren concursos de profesores y quedan desiertos. –Estoy convencido de que consigues buenos profesionales. ¿Entonces en todas partes, menos en la universidad, hay oportunidades de trabajo?
–Las exigencias para ingresar como profesor son altas. –Yo creo que el problema está en otra parte. Tengo varios currículos aquí y te aseguro que si los mando a las universidades y no los aceptan. Vamos a hablar claro: uno de los primeros actos de gobierno del presidente Hugo Chávez fue ir a la UCV a devolverle el Jardín Botánico y la Zona Rental. Fue un gesto para invitarlos a trabajar juntos.
–¿Cuándo se rompió la comunicación? –¿No vino un golpe de Estado en el que muchos profesores y los que son autoridades hoy participaron activamente?
–¿La situación actual de las universidades es un pase de factura por el golpe de 2002? –El golpe es consecuencia de que ellos trabajaron para eso.
–¿Cuándo se restituirá el diálogo? –Eso será progresivo. Tienen que producirse algunos cambios internos en las universidades.
–¿De qué tipo? –El de considerar que en las elecciones internas el voto de un estudiante vale lo mismo que el del profesor.
–¿Considera, como el Presidente, que el de la universidad es un modelo excluyente? –Yo pudiera decir “No entran los ricos a las universidades públicas, sólo los pobres”.
Eso sería igual de estúpido y absurdo que decir que sólo entran los ricos, que es el modelo de ahorita, por cierto. En la Facultad de Ingeniería de la UCV me prestaron un estudio reciente que decía que en tres semestres no había entrado a la Escuela de Ingeniería Eléctrica un solo muchacho de liceos.
–¿Eso es responsabilidad de quién? ¿Del sistema de ingreso? ¿De la preparación de en los liceos? –Del sistema de ingreso.
–¿Hay conflicto entre la masificación de la educación universitaria y la calidad? –No necesariamente. Eso es un falso conflicto. Pero, como en la salud, en la educación no se puede hablar de calidad si no llega a todos. Puedes tener unos médicos que hacen un exitoso trasplante de cerebro al año, mientras la población muere de disentería.
–En democracia debería haber para todos. –Con recursos finitos hay que trabajar con las prioridades.
–¿La educación es una prioridad para el Gobierno? –Sí, definitivamente.
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