Ene 16, 2012 Felix Tapia Los investigadores Opinan 0
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Fuente: Blog AsoVAC
Mientras en el mundo hay una tendencia a incorporar en la dieta diaria más frutas y hortalizas como una manera de prevenir una gran cantidad de enfermedades, tal como el movimiento 5 al día, en Venezuela las frutas tropicales se están desapareciendo de la alimentación según reconoce el propio Instituto Nacional de Estadística.
Esta situación preocupa a la Fundación Bengoa, institución que durante 12 años ha sido la conciencia de la buena alimentación del venezolano, tal y como lo señala hoy en El Nacional, a través de su presidente el doctor Virgilio Bosh. La falta de ingesta de frutas es lo que está produciendo obsesos en el país, tal y como se puede ver incluso entre los damnificados. Ese aumento de peso y grasa, incide igualmente en el incremento de enfermedades crónicas no trasmisibles, como trastornos cardiovasculares, diabetes, hipertensión y cáncer, entre otros, dice el especialista.
Eso empuja a que la gente coma casi únicamente proteinas y carbohidratos. Falta en esa mesa la pata de los vegetales.
Esta afirmación está refrendada por el estudio publicado con bombos y plantillos en abril de 2011 por el Banco Central de Venezuela –lo puede leer en Aporrea– que alardea con que 96,2 por ciento de los venezolanos come tres comidas diarias. El pero viene ahora: con preferencia de arepa con queso en el desayuno, pollo y arroz o pollo con pasta en el almuerzo y otra arepa en la cena. Sin vegetales, sin frutas.
La Fundación Bengoa alerta también sobre la desaparición puntual de alimentos como la leche, lo cual incide en problemas alimentarios entre niños de preescolar, escolares y adolescentes que no han culminado su desarrollo.
Lea a continuación la nota de El Nacional.EL NACIONAL – Miércoles 11 de Enero de 2012
Consideran alarmante caída del consumo de frutas tropicales
EL NACIONAL – Miércoles 11 de Enero de 2012
Consideran alarmante caída del consumo de frutas tropicales
En la Fundación Bengoa no causó sorpresa que un informe del Instituto Nacional de Estadística señale que hay una caída en el consumo de frutas como lechosa y cambur. Virgilio Bosch, presidente de la organización, afirmó que es notable el aumento de obesos en el país. Los ha visto, por ejemplo, en las imágenes de las protestas de los damnificados, donde no se ve ni una persona delgada.
La tendencia no sólo ha incrementado las cifras de obesidad, sino también las enfermedades crónicas no trasmisibles, como trastornos cardiovasculares, diabetes, hipertensión y cáncer, entre otros.
Aunque siempre hubo preocupación por el bajo consumo de frutas y vegetales en el país, la diferencia está en que anteriormente ocurría por falta de educación nutricional; y en los últimos años, a causa de los altos costos.
“Es alarmante porque las personas satisfacen el hambre con rubros más baratos y más ricos en calorías, como las pastas, el arroz y las grasas, y entonces la dieta se desmejora y se concentra en alimentos que no tienen los nutrientes necesarios, en los que faltan, particularmente, vitaminas y minerales que se encuentran en productos frescos”, explicó.
Llamó la atención sobre el hecho de que en los Mercal no haya vegetales y en los abastos Bicentenario los productos frescos son más caros que en un supermercado. Destacó que el Estado tiene muchos planes para producir rubros como arroz y maíz, pero no los tiene para frutas y hortalizas: “No hay apoyo económico para el desarrollo de esos productos, que son delicados de trasportar y producir y necesitan tecnología y un cuidado especial”.
El especialista señaló que es necesario que los planificadores se den cuenta de la necesidad de proteger toda la dieta y ofrecer a la población una variedad balanceada de productos. “No hay ningún alimento que aisladamente pueda cubrir los requerimientos nutricionales de una persona. Una dieta variada aporta todos los nutrientes esenciales en proporción adecuada para el bienestar físico y fisiológico”, sostuvo.
“Nos preocupa que haya caído el consumo de cambur, una fruta extraordinaria para un país tropical, que siempre se había tenido como barata y abundante todo el año; lo mismo que la lechosa, el melón o la piña”, agregó.
Escasez de leche: emergencia. La fundación también ha advertido sobre carencias puntuales de los últimos años, principalmente de leche. “En cualquier país, gente competente que maneje los asuntos de nutrición consideraría una emergencia dejar a una familia una o dos semanas sin lácteos. Ello trae consecuencias graves no sólo a los niños cuando están pequeños, sino también durante el preescolar y la adolescencia porque todavía no han completado su desarrollo”, dijo Bosch.
La falta de lácteos, aunque sea por breve tiempo, genera graves problemas de aprendizaje. Muchas veces, el déficit de atención o cualquier otro trastorno escolar puede estar ocasionado por la mala alimentación. “Un país donde falte la leche una semana y no pase nada, está mal”, insistió.
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