“El camino de la ciencia” por Felix J. Tapia
El camino de la ciencia
Código Venezuela
15/8/2012
Felix J. Tapia
La ciencia es una actividad humana universal que busca además de generar conocimiento, generar bienes y servicios para la humanidad, para la sociedad. El conocimiento científico se viene desarrollando desde los inicios del ser humano pero alcanzó su cúspide en el siglo veinte como consecuencia de la revolución industrial.
Para pocos es un secreto que con ciencia y tecnología propias, los países pueden desarrollarse más rápido y lograr mayores beneficios. Los ejemplos son muchos y podemos mencionar a Japón, a los tigres asiáticos y más recientemente los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Estos últimos dieron un salto cuántico en lo relacionado con Ciencia y Tecnología (CyT) en sus respectivas naciones, con índices tecnológicos del mundo desarrollado y economías en pleno crecimiento, a pesar de la crisis mundial.
El Informe de la UNESCO sobre la Ciencia 2010: El estado actual de la ciencia en el mundo, destaca que como una de la razones del crecimiento en el estamento de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) de los países BRIC y otros países asiáticos, africanos y latinoamericanos como Corea del Sur, Singapur, Turquía, México, Argentina y Sudáfrica, se debe principalmente a tres aspectos: 1) Acceso fácil y barato a nuevas tecnologías digitales; 2) Inversión en conocimientos, en educación de cuarto nivel en Investigación y Desarrollo ( I + D), con alianzas con universidades e instituciones extranjeras; 3) Desarrollo autónomo de la tecnología de los procesos, la creación de productos, el diseño y la investigación aplicada.
Brasil, es el mejor ejemplo para nosotros, desde los dos gobiernos del socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1995-1999 y 1999-2003), los brasileños tomaron la decisión política de apostar a la CyT para desarrollar a su país. Brasil creyó en sus investigadores, en sus revistas científicas y sus instituciones. Comenzó a desarrollar una plataforma tecnológica y a buscar la alianza entre la academia y las empresas.
Desafió a las empresas multinacionales y comenzó a desarrollar sus propios medicamentos, computadoras, aviones, etc. Sin embargo, la UNESCO les señaló que debían intensificar una serie de acciones, entre ellas: 1) involucrar más al sector privado pues la inversión pública en CTI era del 55%; 2) Mejorar la distribución de investigadores en el país, ya que la mayoría estaban ubicados en pocas universidades, generalmente de los estados de Sâo Paulo y Rio de Janeiro; 3) Aumentar el número de investigadores con doctorados; 4) Aumentar el número de patentes registradas.
En 2007, el gobierno socialista de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) asimila las recomendaciones y adopta el Plan de Acción de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo Brasileño (2007–2010) que tenía como objetivo aumentar el gasto en I + D del 1,07% del PIB en 2007 al 1,5% del PIB en 2010. Otro objetivo fue aumentar el número de becas para alumnos universitarios e investigadores de 102.000 en 2007 a 170.000 en 2011. Concomitantemente el Estado brasileño triplicó los salarios de los investigadores establecidos y por último generó un entorno favorable a la innovación en las empresas (con leyes similares a nuestra Locti) fortaleciendo las políticas industriales, tecnológicas y de exportación. Aumentando el número de investigadores en el sector privado, e incentivando la creación de incubadoras de empresas y de parques tecnológicos.
Una de las primeras medidas del gobierno socialista de Dilma Rousseff, fue apretar el acelerador para conquistar nuevos talentos en la región y reactivar su política de becas y alianzas, con la finalidad de mejorar la educación en CyT en Brasil. El objetivo es atraer a los mejores a su país y enviar a los brasileños a formarse en las mejores universidades del mundo.
La inversión brasileña para generar una sociedad del conocimiento robusta, se hace sentir en el ranking QS de universidades latinoamericanas en su versión 2012/2013 publicada en julio de este año. Sesenta y cinco de las 250 universidades incluidas son brasileñas, nueve de ellas están entre las 10 con más publicaciones por académico y con más académicos con doctorado.
La distribución de las 250 mejores universidades en el ranking QS es el siguiente: Brasil (65), México (46), Colombia (34), Chile (30), Argentina (26), Perú (10), Ecuador (6), Venezuela (6), Cuba (5), Uruguay (4), Costa Rica (3), República Dominicana (3), Paraguay (3), Bolivia (2), El Salvador (2), Panamá (2), Guatemala (1) Nicaragua (1), Puerto Rico (1).
Las posiciones de las universidades venezolanas son: Universidad Central de Venezuela (33), Universidad Simón Bolívar (35), Universidad de Los Andes (65), Universidad Católica Andrés Bello (83), Universidad Metropolitana (191) y Universidad de Carabobo (201). En este ranking, sólo la UCV y la UCAB subieron peldaños con respecto al bienio anterior. La mala ubicación de nuestras universidades es producto del cerco financiero y político al que han sido sometidas por el gobierno bolivariano.
En el desarrollo de esta historia, Venezuela se ha ido quedando atrás en CyT. A finales de 2009 Colombia nos quitó el sempiterno quinto lugar después de Brasil, Argentina, México y Chile. Por su parte otro país con socialismo del siglo XXI, Argentina ha sido rebasado por México y Chile. ¿Será pura coincidencia o será que estamos en el camino equivocado? En el nuevo pacto social la I+D estarán en cada una de las actividades de recuperación y mejoría del país.
Lecturas recomendadas:
El Grupo BRIC: ¿Hacia un nuevo orden mundial?
http://laotraopinion.net/el_grupo_bric_24.html
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