¿Qué tienen en común un político que busca la reelección, un hombre condenado por poseer pornografía infantil y un médico? Todos quieren que cierta información sobre sus vidas desaparezca de los resultados de los buscadores de internet.
Han sido de los primeros en aprovechar un dictamen de este martes del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que ha ratificado el derecho a ser olvidado en internet.
Según la decisión de la UE los motores de búsqueda como Google deben retirar los enlaces a informaciones publicadas en el pasado si se comprueba que perjudican a un ciudadano y han dejado de ser pertinentes.
Pero más allá de los casos específicos de quienes ya pidieron ser “olvidados”, ¿qué grupos podrían estar interesados en aprovechar la nueva normativa y para qué?
Jóvenes postulantes a empleos
Las empresas investigan a sus candidatos en Google con regularidad para ver su historial – las imágenes y los posts aparecen entonces brevemente, fuera de contexto y de una manera que puede transformar algo anecdótico en un obstáculo para obtener una entrevista.
El jefe de política pública en el Instituto Chartered de Personal y Desarrollo, Ben Wilmott, dice que aunque las empresas deberían evaluar a los candidatos en base a sus competencias para el trabajo a desarrollar y su perfil en redes sociales profesionales como LinkedIn, muchas hacen búsquedas más amplias que pueden llevarlas a encontrarse con aspectos de sus vidas privadas.
Un estudio reciente llevado a cabo por el instituto descubrió que un 40% se sumerje en las redes sociales para informarse sobre sus candidatos.
“Hay dudas en cuanto a cómo y cuándo los reclutadores deben usar la información que encuentran en Google”, afirma Wilmott.
“Esta ley puede ayudar a que la gente de recursos humanos se concentre en averiguar si la persona es la más indicada para realizar el trabajo con base únicamente en sus capacidades profesionales”.
Una estudiante universitaria que no quiso ser nombrada dijo que podría usar el derecho al olvido en el futuro.
“La gente siempre dice que las empresas te buscan en Google y Facebook, y yo tengo fotos en baños llenos de vómito y borracheras en discotecas. Hay cosas que acaban en internet que no me gustaría que viesen potenciales empleadores”, dijo.
Víctimas de violencia doméstica
Pero hay casos más serios que estos. Las víctimas de violencia doméstica se suelen enfrentar a situaciones en las que los abusadores intentan encontrarlas, y los medios suelen mencionar sus nombres.
Detalles de relaciones turbulentas pueden terminar asociadao a sus nombres para siempre en internet, incluso aunque estén luchando por empezar una nueva vida de independencia y libertad.
Por ello la decisión de la UE es buena, cree Polly Neate, directora ejecutiva de Womens Aid, una ONG que ofrece apoyo a mujeres víctimas de violencia de género.
“Nos parecen bien los cambios que les den a estas personas un mayor control sobre sus datos personales en internet”, afirma. Pero lo que sería aún mejor es que las víctimas ni siquiera fuesen nombradas en un primer momento.
“Demasiados medios perpetúan estereotipos erróneos de violencia doméstica, donde se reportan historias con tintes sensacionalistas y las mujeres y los hijos quedan expuestos a posibles represalias. Los medios tienen la responsabilidad de asegurarse que las historias de abusos domésticos no causan más daño a los sobrevivientes o tienen consecuencias para su recuperación”.
Condenas caducadas
En Reino Unido ciertas condenas pueden caducar tras un periodo de tiempo. Por ejemplo, cualquiera condena a seis meses de prisión puede caducar a los dos años.
Este tipo de penas no tiene que ser revelada a un posible empleador, pero es fácil ver por qué una búsqueda en Google puede anular los beneficios de esta ley.
Buscadores de asilo
A mucha gente que pide le preocupa que se conozca su paradero, según cuenta Andy Warmington, de la organización Crossings, un grupo que trabaja con inmigrantes en el noreste de Inglaterra.
Las personas con las que trabaja escaparon de situaciones complicadas en sus países de origen y Warmington puede ver la parte positiva de la ley de derecho al olvido para todos ellos.
“Ser capaz de contactar a Facebook o Google y solicitar que parte de la información sea borrada de las búsquedas les da mayor control sobre sus miedos y los riesgos que perciben que están corriendo”, asegura.
El efecto Streisand
Aquellos que luchan para que algo sea olvidado deben tener presente el “efecto Streisand”.
Llamado así en honor a la actriz y cantante Barbara Streisand, sugiere que el simple acto de intentar suprimir algo de internet puede producir el efecto contrario.
Streisand intentó borrar fotos de su casa en la playa, pero el intento provocó que muchísima más gente viese esas imágenes